viernes, 5 de agosto de 2011

HAY UNOS OJOS QUE SÍ ME MIRAN

Érase una vez una mirada profunda, de unos ojos negros que me intimidaron, que me enamoraron...

No buscaba nada, simplemente alcé mi mirada al cielo azul y vi aves volando en círculo disfrutando el verano, el ocaso, el aire. Cuando volví la mirada a la tierra se cruzaron, casi cómplices, sincronizados, ansiosos, mis ojos con los suyos. Se detuvo el tiempo aquellos segundos en los que no pasó nada, nada diferente a una mirada fisgona, intrigante, profunda, tímida, triste, brillante, sensual...

Cuando reaccioné me sentí desnudo, descubierto, libre, armónico, tranquilo, enamorado. Pero no pasó nada, nada diferente a una mirada acusadora, enamorada, brillante, sensual...

Ojos, negros ojos, bellos negros ojos que se quedaron en mi mente cuando por fin me miraron fijamente. Me sedujeron esos ojos negros; los tendré mirándome eternamente... ¿sí? Al menos en mi mente, por ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola. Tus comentarios son importantes y valiosos para mí, pues me ayudan a fortalecer mi crecimiento como autor, poeta y escritor. ¡Gracias!