Hoy desperté perdido, confundido, buscando una salida a mis tormentos, esos que me ahogan; quería respuestas pero sólo encontraba silencios, aquellos que me asustan, aquellos que no me dejan hablar, aquellos que congelan mis huesos, aquellos que me hacen llorar...
Hoy ni la música pudo calmar mi angustia, hoy ni la soledad me quiso acoger en sus brazos, hoy mi mente no estuvo en blanco... lo vi todo negro como aquel día en el que sucedió, te apareciste y te metiste en mí; mas hoy te sentí, pero no te vi, estaba tan oscuro que sólo me mareé y caí.
Cuando desperté estabas dentro de mí, lo noté por mi sudor frío, mi corazón agitado y el miedo espantoso que no me dejaba ver. Mi habitación congelada, mi lengua muda y mis huesos frágiles se sometieron a ti; sin embargo demostré que sigo siendo fuerte y no me rindo ante tus ojos, ante tus caprichos, ante tu ambición, ante tu hambre, esa de muerte, mi muerte...
Hoy llegué a lo oscuro de mi alma y me espanté, hoy viajé al mundo de lo frío, lo desconocido, lo muerto... Pensé en no regresar, pero al final el miedo me pudo más, volví en sí y pude respirar; lo vi todo otra vez, reconocí todo, mi habitación, mi rostro, mis huesos, ya no estaba congelado, me miraste y te escabulliste prometiendo que regresarías.
Mas hoy te prometo no volver a jugar contigo, no llamarte, no buscarte, no esperarte, no amarte, no desearte; aunque sé que quizás mañana te vuelva a llamar oh muerte para que saques mi alma de este cuerpo inerte, de este cuerpo mortal que no me deja volar, de este cerebro que no para de pensar y de este corazón que no deja de amar.
Hoy comprendí que la raza humana no sabe amar y es por eso que hoy ya no quiero ser humano, es por eso que hoy no quiero sentir, no quiero ver, no quiero pensar... sólo quiero volar, marcharme con mis silencios a otro lugar donde se pueda amar, donde pueda ser quien soy y no me tenga que esconder en una piel de mortal porque quiero ser como antes de haber llegado aquí, antes de haber nacido, antes cuando no había nada ni nadie a quien amar, a quien hablar, a quien pensar, a quien salvar...
No quiero pensar más, es por eso que mañana oh muerte, oh justicia, vendrán por mí y se llevarán este cuerpo de mortal para que por fin mi alma pueda volar...
Hoy ni la música pudo calmar mi angustia, hoy ni la soledad me quiso acoger en sus brazos, hoy mi mente no estuvo en blanco... lo vi todo negro como aquel día en el que sucedió, te apareciste y te metiste en mí; mas hoy te sentí, pero no te vi, estaba tan oscuro que sólo me mareé y caí.
Cuando desperté estabas dentro de mí, lo noté por mi sudor frío, mi corazón agitado y el miedo espantoso que no me dejaba ver. Mi habitación congelada, mi lengua muda y mis huesos frágiles se sometieron a ti; sin embargo demostré que sigo siendo fuerte y no me rindo ante tus ojos, ante tus caprichos, ante tu ambición, ante tu hambre, esa de muerte, mi muerte...
Hoy llegué a lo oscuro de mi alma y me espanté, hoy viajé al mundo de lo frío, lo desconocido, lo muerto... Pensé en no regresar, pero al final el miedo me pudo más, volví en sí y pude respirar; lo vi todo otra vez, reconocí todo, mi habitación, mi rostro, mis huesos, ya no estaba congelado, me miraste y te escabulliste prometiendo que regresarías.
Mas hoy te prometo no volver a jugar contigo, no llamarte, no buscarte, no esperarte, no amarte, no desearte; aunque sé que quizás mañana te vuelva a llamar oh muerte para que saques mi alma de este cuerpo inerte, de este cuerpo mortal que no me deja volar, de este cerebro que no para de pensar y de este corazón que no deja de amar.
Hoy comprendí que la raza humana no sabe amar y es por eso que hoy ya no quiero ser humano, es por eso que hoy no quiero sentir, no quiero ver, no quiero pensar... sólo quiero volar, marcharme con mis silencios a otro lugar donde se pueda amar, donde pueda ser quien soy y no me tenga que esconder en una piel de mortal porque quiero ser como antes de haber llegado aquí, antes de haber nacido, antes cuando no había nada ni nadie a quien amar, a quien hablar, a quien pensar, a quien salvar...
No quiero pensar más, es por eso que mañana oh muerte, oh justicia, vendrán por mí y se llevarán este cuerpo de mortal para que por fin mi alma pueda volar...
