sábado, 20 de agosto de 2011

¿HAY PRESENCIA DE GRUPOS AL MARGEN DE LA LEY EN LAS UNIVERSIDADES DE COLOMBIA?

Para nadie es un secreto que cada que ocurre una protesta en cualquiera de las universidades públicas de Colombia, sin importar su naturaleza, siempre sus líderes son encapuchados que independientemente de las razones por las cuales se protesta se pasean por el campus universitario o salen a las calles a sembrar pánico con sus caras tapadas y luciendo atuendos y banderas de grupos armados como el ELN y las FARC.

Para el gobierno de Colombia es claro que estos grupos armados han infiltrado a sus secuaces en las universidades públicas de Colombia desde hace más de 50 años con el único objetivo de reclutar gente y crear movimientos urbanos que sirvan como presión alternativa al gobierno y con excusas de ideologías políticas de extrema izquierda están convirtiendo a las universidades en centros de conflicto, de revolución no sana, pero sobre todo en centros de división.

Desde el año 2008 cuando los medios de comunicación divulgaron los primeros videos de presencia de estos grupos en las universidades no han cesado entonces las denuncias, las protestas, ni mucho menos el reclutamiento de estudiantes quienes seducidos por ideas revolucionarias se enlistan en estos movimientos tal vez sin tener una consciencia clara de lo que realmente está sucediendo.

Desde ese año entonces y tras la muerte de uno de los líderes de las FARC, alias Raúl Reyes, el nombre del MBNC (MOVIMIENTO BOLIVARIANO POR LA NUEVA COLOMBIA) ha tomado más fuerza ya que su creación se le atribuye al hoy cabecilla de las FARC, Alfonso Cano, quien por ende dicen que es el patrocinador de este movimiento y que sí tiene contactos con personas dentro de las universidades públicas de Colombia.

El ELN también tiene sus propios seguidores dentro de estos campus quienes inspirados en Marx, Lenin y el Che Guevara promueven según ellos un llamado a la revolución que busque solucionar con ayuda de los nuevos pensadores las necesidades sociales de la población más necesitada a través del MOVIMIENTO JUVENIL BOLIVARIANO (MJB).

Para algunos rectores de universidades tan prestigiosas como La Universidad Nacional en sus diferentes sedes y la Universidad Distrital en Bogotá, la creación de estos movimientos es completamente normal, comprensible y tienen todo el derecho del mundo a protestar y a expresar sus ideas. “Se trata de tener tolerancia y aplicar la democracia”, eso es lo que dicen; que no son grupos armados, que no son terroristas, que no son guerrilleros; son un movimiento urbano, una subcultura como cualquiera, como los metaleros, los emos, los Hopper, etc. Que hay que aceptarlos y escucharlos. Pero lo verdaderamente cierto es que estos movimientos bolivarianos, como se hacen llamar, se han convertido en todo un problema social.

¿POR QUÉ LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS EN LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS SON UN PROBLEMA?

Más allá de polemizar sobre si estos movimientos universitarios son patrocinados o no por las guerrillas colombianas, lo que se trata de dar a conocer es que estos grupos han llegado al punto de convertirse en un verdadero problema social.

Problema porque primero que todo afecta a todos los estudiantes del campus universitario que no participan de las protestas ni forman parte de estos movimientos y que sólo quieren estudiar; pero al darse los disturbios en las universidades ocurre un cese de actividades, por ende un retraso en el calendario académico. El uso de papas bomba, granadas, petardos, gases, la quema de canecas, sillas y demás enceres trae como consecuencia la afectación del medio ambiente; los disturbios en la vía pública conlleva al colapso del flujo vehicular y al pánico colectivo. Por otro lado el gobierno se ve obligado a utilizar las fuerzas militares para calmar las protestas y se produce así un conflicto entre fuerza pública y estudiantes.

Además ya se ha llegado al extremo de intimidar y desterrar de las universidades a todo aquel que no se una a los movimientos o les haga frente, incluso se han cometido varios asesinatos hasta dentro de los campus, como ha ocurrido, por ejemplo, en la Universidad de Antioquia.

Antanas Mockus, candidato a la alcaldía de Bogotá, afirma que: “Lo que es absolutamente inaceptable por razones de reformas o no, por razones filosóficas o políticas se cometan delitos. Arrojarle acido a la gente o arrojarle gasolina a la policía son comportamientos absolutamente inaceptables sucedan donde sucedan. La universidad pública no está fuera del territorio de Colombia. Allí también vale el código penal, allí también rige la constitución colombiana. No hay extraterritorialidad universitaria.”

Sean o no movimientos universitarios patrocinados por el ELN o las FARC, si son grupos que mantenidos por una ideología contraria a la del gobierno se han valido de estrategias delictivas y terroristas para hacerse notar, lo cual es un problema que desencadena en desigualdad y conflictos que perturban el libre desarrollo y la sana convivencia de la sociedad.

DIAGNÓSTICO DE CAUSAS Y CONSECUENCIAS

Una de las causas principales por las cuales se da este fenómeno es por la incursión de las guerrillas colombianas en las universidades públicas, o bien por jóvenes que cegados por la ideología del ELN o las FARC crean estos movimientos para formar una guerrilla urbana.

Otra causa es el eterno conflicto que vive Colombia ya que al presentarse discrepancias entre el gobierno y grupos opositores, éstos últimos creen que la única salida para que sus ideologías sean escuchadas es la violencia, la violación a los derechos ciudadanos y humanos.

Y la última causa, pero no menos grave, es la aceptación por parte de los directivos de las universidades públicas que estos movimientos se creen, participen en decisiones de la universidad y recluten personas para sus grupos.

Las consecuencias saltan a la vista; la principal es que el conflicto entre gobierno y guerrillas siga aumentando, la segunda que se cree una guerrilla urbana. Otras consecuencias serían el cese de actividades académicas en las universidades, la violación a los derechos del estudiante, del ciudadano y a los derechos humanos. El alzamiento en armas de estos movimientos y por ende trayendo más violencia; la militarización de los campus universitarios, la judicialización de jóvenes revolucionarios, la afectación del medio ambiente con la utilización de artefactos explosivos y contaminantes.

Y por último, la privatización o cierre total de algunas universidades públicas de Colombia.

ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN

Antes que la implementación de presencias militares en las universidades, el objetivo general debe ser la creación de un plan pedagógico alternativo que busque el fomento de la socialización de ideologías a través de debates para que la democracia sea más participativa y todos sean escuchados sin necesidad de acudir a actos delictivos ni violentos.

Más allá de la simple aceptación de estos movimientos dentro de las universidades públicas por parte de los directivos, lo que deben hacer es implementar estrategias mediante intervenciones pedagógicas, así como también castigar actos que pongan en peligro la integridad física, psicológica, moral e intelectual de las demás personas. Esto se logra a través de la judicialización de todo aquel que convoque a la revolución de manera violenta, que no se justifique sobre bases sólidas sino que vea a la violencia como la única salida.

Por parte del gobierno investigar hasta qué punto estos movimientos urbanos tienen nexos con grupos guerrilleros, implementar un mecanismo de diálogo para que quienes forman parte de estos combos sean escuchados y que ellos mismos brinden garantías para no perjudicar a las demás personas.

Por último la destitución de todo directivo que permita el alzamiento en armas dentro de su institución y tolere el desorden y los disturbios

ACCIONES CONCRETAS

- No permitir que los movimientos urbanos juveniles se tomen las universidades públicas de Colombia.

- En su lugar se permitan espacios de debates democráticos para calmar los ánimos y lograr así que todas las ideas sean escuchadas.

- Asamblea de todos los rectores de las universidades públicas con entes gubernamentales para implementar planes de contingencia para cuando ocurran actividades de magnitud terrorista o delictiva dentro del campus universitario

- Judicialización de las personas que tomen parte activamente en las revoluciones violentas.

- Destitución y penalización de rectores y directivos de las universidades y en general de todo aquel que apoye los movimientos guerrilleros dentro de su campus y que atente contra la integridad de las personas individualmente o en sociedad y contra lo estipulado en la constitución política de Colombia.

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