martes, 21 de junio de 2016

Adelante

El reloj ahora va en reversa y sin embargo nada cambiará, no habrá manera de corregir lo que por derecho le corresponde al tiempo.

Llegan los fantasmas disfrazados de recuerdos, objetos, canciones, miedos, dudas, risas, llantos, suspiros, fotografías, promesas incumplidas... ¡Fantasmas!

Los malos días son el producto nefasto de haberlo dado todo cuando se debía guardar reserva; ahora queda el desgaste inútil que dejan las ilusiones perdidas, el tiempo perdido, la felicidad desdibujada, el puño cerrado que empieza a hacer daño, acumulando sangre... Pero ahora la sangre es fría, ahora se congela todo, se blinda contra cualquier manifestación estúpida de mentiras. Cuerpo congelado, inerte, existente solamente en lo hostil de un cuarto oscuro.

¡Adelante, adelante! El abismo espera ansioso para atraparnos; no queda más remedio que dejarnos caer, saltar al vacío, a la soledad eterna que quiso esconderse en compañías falsas.

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